El buen hombre intentó sacarlo otra vez, y otra vez el animal lo picó.
Alguien que observaba la escena, se
acercó al sabio y le dijo: “Perdone, pero usted si es terco. ¿No
entiende que cada vez que trate de sacarlo del agua, el alacrán lo
picará?”
Respondió el sabio: “La naturaleza del
alacrán es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar.” Y
entonces, tranquilamente, sirviéndose de una hoja, sacó al animalito del
agua y le salvó la vida.
Autor anónimo.
Imagen: Michael Casey
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada